Y no fue en una galaxia lejana, como decí­an al principio de star wars sino en casa de mis vecinas en la Candelaria. En aquel entonces eramos pequeños y la vida se dividí­a entre colegio, jugar por la tarde con los demás chavales del edificio y caricaturas. Solí­amos jugar con un mecano enorme de los que tení­an poleas y motores, mientras escuchábamos Enrique y Ana. Recuerdo que Anita (como casualmente se llamaba mi amiga) puso tanto la canción de “mi amigo Felix” que termino rayando el disco, que era el favorito de Felicia. Por aquel entonces yo tenia tres canciones favoritas y la que mas me gustaba era esa, quizás porque era la única que yo no tenia ó quizás porque querí­a mucho a mis amigas y los tres la cantábamos todo el tiempo.

Paso el tiempo, y la vida -que ya por aquel entonces era una mierda- se le escapo de un infarto al padre de mis vecinas. Poco tiempo después se tuvieron que mudar, y después de eso les vi una o dos veces y luego se disiparon en la nube del pasado, junto con la canción. Sin embargo, la canción reaparecí­a de cuando en cuando trayendo con ella recuerdos y acumulándolos. Por aquella epoca, Felix Rodriguez de la Fuente era uno de mis í­dolos personales.

Me gane varias palizas gravando “El Hombre y la fauna” encima de algunas de finales de eurocopas, Copas UEFA y supercopas, particularmente recuerdo una que me dieron por grabar sobre la final de la eurocopa del 84, ese gran partido de Arconada, que hoy me duele mas por el partido que por la paliza, sin embargo como a Venezuela todo llegaba tarde en esos confusos 80s, ya casi en el 90, cuando compre su colección de cuadernos de campo, termine enterándome que de La Fuente habí­a muerto en Alaska.

Fue un golpe duro, recuerdo que no me lo creí­a cuando lo leí­, porque lo veí­a a diario en la tele, pero después de unos minutos de pensar en la relación existente entre que los programas me gustan y su fecha de creación, comprendí­ que debí­a ser cierto. Ese dí­a fue cuando comprendí­ la canción, también comprendí­ que mi héroe hacia tiempo que criaba malvas, mientras yo le jodí­a a mi padre las finales de las copas. Seguí­ grabando los programas “el hombre y la tierra” (aunque primero trataba de averiguar si no habí­a fútbol en la cinta) y con el tiempo también Felix se disipo en la nube del pasado, afortunadamente algunas veces incluso en el pasado, aunque esté triste, también sale el el sol…